Hijas del Manto es un proyecto dirigido por Yuval K. en el que trabajé como directora de producción. El cortometraje está profundamente ligado a las raíces andaluzas de su director. Uno de los mayores retos fue trasladar ese universo cultural al rodaje en Catalunya. Gestionamos el traslado de la actriz protagonista desde Vejer de la Frontera, el pueblo donde se sitúa la trama, así como todo el vestuario y parte del equipo artístico. Uno de los momentos más críticos fue encontrar una iglesia que nos permitiera rodar. Tras múltiples gestiones y cambios de última hora, solo conseguimos confirmación el día antes, lidiando con procesos burocráticos complejos y decisiones imprevisibles por parte de las parroquias.
Además, fue el primer proyecto en el que tuve que organizar el alojamiento y el catering para un equipo durante varios días, algo que supuso un salto importante en cuanto a planificación, coordinación y previsión de recursos. El rodaje en Muntanyà supuso una logística más compleja de lo habitual, que me obligó a tener control sobre todos los elementos humanos y técnicos del equipo. Esta experiencia me permitió tomar consciencia del peso real de la producción, no solo como ejecución, sino como columna vertebral de todo el rodaje.
Al ser uno de los primeros proyectos libres en que participé como directora de producción, siento que es uno de los que más experiencia me llevé, sobre todo en cosas a mejorar de cara al futuro.
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