El Murmullo del Agua por Yuval K , ha sido uno de los rodajes más intensos y significativos que he vivido hasta ahora. Desde el primer momento me sentí muy conectada con la historia, y eso me motivó a cuidar cada detalle. Supuso un reto importante en cuanto a casting infantil y gestión logística. Queríamos hacer una selección cuidadosa y no quedarnos con el primer niño que encajara, así que organizamos varios castings con dinámicas para entender cómo respondían los niños frente a la cámara y en grupo. Esto también nos ayudó a prever cómo sería su funcionamiento durante el rodaje.


La gestión de figuración infantil también fue complicada: necesitábamos muchos niños para que la historia resultara creíble, lo que implicó gestionar permisos, horarios y acompañantes. Otra de las grandes dificultades fue encontrar una casa con piscina disponible durante seis días. Contacté con propietarios y empresas de alquiler ofreciendo colaboraciones, pero finalmente tuve que recurrir a contactos personales. Fue un claro ejemplo de cómo, en producción, hay que ser persistente, flexible y creativa. A nivel de presupuesto fue en parte financiado por una campaña de Verkami que hicimos, eso me permitió explorar las diversas campañas de financiamiento posibles.

Este proyecto me ha enseñado mucho sobre la logística real de un rodaje con menores, sobre cómo anticipar problemas, mantener la calma y buscar soluciones rápidas. También me ha hecho más consciente del impacto que tiene un rodaje desde fuera: un equipo de 21 personas, 15 niños… Me sentí muy implicada, y profundamente orgullosa del resultado y lo aprendido.
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