L’home del sud fue una de las pocas veces que me alejé del rol de dirección de producción durante este curso, y lo hice para involucrarme como auxiliar de dirección de arte. Fue una experiencia muy enriquecedora, donde pude descubrir una nueva perspectiva del rodaje y aprender de cerca de la directora de arte, tanto en su enfoque creativo como en la organización del departamento.

La historia estaba ambientada en los años 80, lo cual supuso un reto interesante a nivel de ambientación, vestuario y atrezzo. También me encargué del maquillaje y el peinado, lo que me permitió participar de forma activa en la construcción visual de los personajes.

Disfruté mucho saliendo de mi zona habitual y participando en la creación de un universo visual tan concreto. Esta experiencia me hizo valorar aún más la importancia de cada departamento en el conjunto del rodaje.