Aunque no era mi primera experiencia en dirección de arte, esta práctica adaptada fue la primera con mi grupo y una oportunidad muy especial para seguir explorando y profundizando en mi interés por la construcción de espacios narrativos.

Me encantó poder desarrollar un universo visual propio a partir del guion y del tono de la historia. La localización que escogimos daba mucho de sí, y desde las primeras visitas fuimos identificando elementos que ya existían en el lugar y que podíamos integrar y transformar para enriquecer el diseño de arte. Fue un proceso muy creativo que partía tanto de la observación como de la intuición.

Algo que creo que podría haber gestionado mejor fue el tiempo de preparación previa: hubo momentos en los que nos habría ayudado haber definido con más antelación algunos detalles de ambientación o estilismo. Aun así, esta experiencia me permitió ver cuánto se puede conseguir con recursos limitados si hay una idea clara y un buen trabajo de adaptación sobre el terreno. También me encargué del maquillaje y el estilismo del proyecto.

ADIÓS REINA MIA

Direcció d’art