Pinpilinpauxa es, sin duda, el proyecto al que más tiempo y dedicación he invertido hasta ahora. Estuve a cargo de la preproducción completa y, durante el rodaje, asumí el rol de ayudante de dirección, delegando las tareas de producción en los auxiliares. Fue un rodaje fuera de Barcelona, con un equipo de 23 personas, lo que me obligó a llevar un control exhaustivo y muy detallado del presupuesto, sobre todo en cuestiones de logística como desplazamientos, alojamiento y dietas.

Pedimos los permisos de rodaje en las playas. Gracias a esto entendí mejor los tiempos que requieren este tipo de trámites y la importancia de iniciarlos con la máxima antelación posible.

El rodaje estaba condicionado por la luz natural, ya que muchas escenas se grababan durante el amanecer y el atardecer. Esta restricción horaria requería una planificación muy precisa y un ritmo de trabajo muy controlado. Hubo momentos en los que me sentí un poco superada por la magnitud del equipo y las exigencias del plan de rodaje, pero también fueron esos momentos los que

me ayudaron a entender mejor mis propios límites y a detectar en qué áreas necesito seguir formándome y creciendo. También a nivel de logística y tiempo pude aprender como en las escenas subacuáticas requieren mucha mas planificación i dedicación de la que pensaba. Para recaudar dinero tambén hicimos una fiesta de financiación y una proyección de cortos. 

P

I

N

P

I

L

I

N

P

A

U

X

A